jueves, enero 26, 2006

Sueño: El día en que me convertí en demonio

En una mañana normal como cualquier otra, volteo al cielo y veo Ángeles con armaduras dirigiéndose a la tierra, portando sus espadas largas y filosas, esbeltos y con una figura de cuerpo perfecto y las mujeres angelicales las mas bellas que jamás haya visto con su figura delgada y su porte de fuerza y delicadeza portando solo poca ropa la indispensable diría yo y descienden todos juntos millares de ellos todos llegan a la tierra silenciosos como el viento se posan sobre la tierra que piso uno se acerca, extiende su mano hacia mi corazón la retira y se va, eso mismo hacen todos los ángeles con las personas que están a mi alrededor y de pronto veo como algunas de ellas se transforman en ángeles al igual que ellos. al no aguantar la curiosidad les pregunto - que esta pasando??, y me responden la batalla entre el cielo y la tierra dará inicio - sus palabras me dejan frió de pies a cabeza no se que decir no se si preguntar mas detalles, lo único que puedo hacer es preguntar, yo no peleare con ustedes?? y el ángel me dice… no tu no pelearas con nosotros, tu pelearas con ellos situando su mirada por enzima de mi hombro lo cual me impulsa a voltear... y veo algo increíble, lo que faltaba ... la calle, las azoteas llenas de demonios y hermosas demonios todas ellas y ellos portando espadas, escudos , lanzas y armaduras que solo cubren algunas partes de sus cuerpos, todas de piel de un color rojo negro y pequeños cuernitos saliendo de su cabeza, una de ellas me llama por mi nombre, algo que no me sorprendió mucho y me pide que me acerque... camino hacia ellos y mi corazón me hace sentí que me acerco a mis hermanos todos ellos demonios que corrompen el pensamiento y el alma, me acerco cada vez mas con un sentimiento en mi corazón de estar llegando a casa al estar cerca uno de ellos extiende su mano y toca mi corazón y siento como mi pecho arde y mi piel seguido de ello siento como mis huesos cambian mi piel se curte y sangre de fuego recorre mis venas observo mis manos y tengo la piel roja casi negra como la de ellos uno d ellos extiendo hacia mi una espada brillante y hermosa como nunca la había visto y me dice es tuya tan dura como tu corazón, tan ágil como tus pensamientos y mas filaza cuanto mas lo desees ...la tomo en mis manos volteo dándoles la espalda veo los Ángeles al frente mió y levanto mi espada al momento que desde el fondo de mi corazón sale un grito de dolor, pasión y satisfacción que llena el silencio el cual se vuelve cada vez menos pues mis hermanos acompañan mi grito... la batalla empieza